lunes, 28 de mayo de 2012

“Yo no soy de aquí, yo vengo llegando, yo oigo sonar un bombo, como que están celebrando, como que están celebrando”. Vox populi del Litoral Pacífico


Introducción: Partiendo de las perspectivas de las teorías de la comunicación (interpretativa, funcionalista y crítica) y sus postulados, se desarrolla el siguiente análisis de la película colombiana “El vuelco del cangrejo, aplicando la perspectiva interpretativa y funcionalista.


Desarrollo: La película “El vuelco del cangrejo”, se desarrolla en La Barra, un pueblo olvidado, una tierra virgen por así decirlo, pues la misma tierra y sus gentes revelan la miseria con la que lidian a diario; enfocada en  un grupo de afrodescendientes frente al asedio de la modernidad, acoger gente diferente a su cultura en su preciado pedazo de tierra, enfrentar la posible explotación de su pueblo mediante el turismo, el encercamiento de tierras sin dueño, el encerramiento a su propia cultura.

Un pacifico fuera del imaginario colectivo que se tiene cuando se menciona, una puesta en escena lluviosa, gris; una playa a donde llega la basura de los otros, botellas plásticas, carcasas de aparatos tecnológicos entre otras cosas que reflejan que existen otras culturas a kilómetros de distancia, culturas que llegaran a ese pedazo de olvido para que sea funcional; allí nada es azul, ni el mar ni el cielo; sus casas se camuflan entre la maleza, como cada uno de sus personajes, que camuflan sus conflictos internos con una sonrisa, un juego, el descanso, un trago, un sueño, una larga espera, entre otras actividades al que invita este paisaje virgen como mencione al principio.

La película inicia con Daniel, un caminante que llega a este pueblo y allí se queda en espera de una lancha que lo lleve a otro país, no se sabe si escapa de la modernidad o de un amor, pues lleva consigo la fotografía de una mujer; es acogido y se hospeda en la casa de Cerebro, el líder de los afrodescendientes; líder que vive un constante enfrentamiento con el Paisa, un personaje colonizador por así llamarlo, pues su sobrenombre indica su procedencia y el imaginario que se tiene de tal cultura como los paisas; entradores, habladores,… es este terrateniente quien actúa atreves de símbolos violentos como que no hay pescado en tan inmenso mar y él tiene, y tanto que se le pudre, y es con este que manipula y goza de cierto poder para manejar como quiera a las gentes de este pueblo, por hambre  hacen lo que sean, ese es su sistema económico; otro símbolo violento que introduce es el enfrentamiento de unas costumbres y ritos propios de los nativos frente a las suyas, un disco de genero reggaetón amplificado que nunca para de sonar a alto volumen y que perturba el tranquilo sonido del mar, una letra que no cuenta una historia para acompañar a ritmos de tambora, una letra subjetiva que espera una respuesta sexual, respuesta que es interpretada por  Jazmín, una afrodescendiente de belleza exuberante que participa en este trueque, alimento por sexo; un último símbolo violento que introduce es la apropiación de una tierra que no es de él y que quiere hacer funcional tratando de adecuar un hotel a orillas de la playa sin tener en cuenta lo que piensan y sienten los nativos, por ello lo llamo colonizador

Por otra parte, se observa que algunos nativos tienen televisores y que estos siempre de manera oculta muestran las tensiones y conflictos de un país, imágenes que vemos a diario, situaciones  corruptas, violentas entre otras que carcomen la sociedad, y conectan a este pueblo olvidado dentro de su contexto.

Devolviendo a Daniel a este párrafo, cabe resaltarle que es por él,  que nosotros dentro de esta película también nos sentimos extranjeros y es contacto directo con los personajes y sus costumbres de esta tierra, nos ofrece esa vista tranquila, esa vista natural y casi primitiva por momentos del mismo hombre, y finalmente esa conexión inocente con Lucia, una niña de no más de 12 años que es educada en un colegio que seguramente queda a 3 horas en lancha de su pueblo o a 5 horas a píe, educada no por el más viejo de la  pequeña tribu sino por un ente funcional al estado y a la sociedad. Esta pequeña niña, refleja la inocencia cuando se desconoce la influencia peligrosa de los medios modernos contra su historia, su identidad, su cultura; es ella quien finaliza la historia con un gesto de bondad, dándole vía libre a los sueños de otro cumpliendo ella el suyo (ayudar).

Finalmente, los atropellos modernos contra estos nativos hacen que estos se organicen y sean funcionales a su comunidad, funcionalidad reflejada en el destierro de Daniel, el destierro supuesto del Paisa, armados con machetes y un cantico ritual “Yo no soy de aquí, yo vengo llegando, yo oigo sonar un bombo, como que están celebrando, como que están celebrando”, dejando ver su sistema interdependiente a la resolución de conflictos, el desprecio por el otro y un trasfondo racista “negros contra blancos, blancos contra negros”.

Conclusiones:

·         El “Vuelco del cangrejo” es una puesta en escena que refleja como una comunidad puede ser agredida y/o agresora cuando tiene al otro lado del ring formas diferentes a las propias.

·         Es una historia que nos grita fuertemente, como si tuviésemos los amplificadores del paisa a 1 metro de distancia  la desigualdad en una tierra llena de riquezas, un pescado que se comen otros y unos medios modernos que nos contaminan.

·         Esta película puede tener el fin que cada uno desee. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario